La miel es un producto natural que se obtiene de la transformación del néctar de las flores. Sus propiedades han sido estudiadas a fondo por sus múltiples beneficios. Quizá hoy en día, los medicamentos convencionales y otros productos nos hayan hecho olvidar a veces las propiedades que nos presenta el consumo de algunas sustancias naturales, como es el ejemplo de la miel.
Además de su rico sabor y su capacidad de endulzar muchos alimentos, como la leche, una infusión, un yogur, etc., la miel tiene numerosos beneficios, como te contamos a continuación.
- Antibacteriano y antiséptico por excelencia. La miel posee propiedades antibacterianas y antifúngicas, haciéndola beneficiosa tanto si la consumimos como si la aplicamos, por ejemplo, sobre una herida o cicatriz. En las quemaduras cutáneas, la aplicación de miel también puede ayudar a evitar la infección y acelerar la cicatrización del tejido afectado.
- Estimula las defensas del organismo. Debido a la composición que tiene la miel ésta es un protector natural para el organismo, ayudando al sistema inmune a defenderse de las agresiones externas.
- Ayuda a aliviar el estreñimiento. Al contener una elevada cantidad de fructooligosacáridos ayuda a la motilidad de los intestinos para disminuir el estreñimiento, comportándose de una forma similar a como lo hace la fibra vegetal.
- Ayuda en los problemas respiratorios. La miel ha sido siempre bien conocida por sus propiedades para mejorar la tos, los resfriados y en general todos los procesos respiratorios, suavizando así las vías respiratorias altas y mejorando la clínica, fundamentalmente la congestión nasal y la tos tanto la que va acompañada de moco como la tos seca o irritativa.
- Mejora la calidad del sueño. Consumir miel natural estimula la relajación nocturna y a conciliar el sueño, al favorecer la secreción de melatonina, una hormona encargada de regular y equilibrar los ciclos de vigilia y sueño. De ahí el famoso consejo de abuela de tomarse un vaso de leche o infusión caliente con una cucharada de miel antes de irnos a dormir.
- Regula los niveles de azúcar en sangre. Pese a que relacionamos la miel con una cantidad abundante de azúcar realmente su proporción entre fructosa y glucosa hace que sea un producto beneficioso para la regulación de glucosa en el organismo. La cantidad de fructosa que aporta permite que la glucosa se almacene en el hígado a modo de reserva, con lo que los niveles de azúcar se mantienen regulares más fácilmente.
- Hidrata y nutre piel y mucosas. Los productos corporales como cremas, lociones o pomadas que contienen miel ayudan a mantener un nivel óptimo de hidratación cutánea y ayudan a que ésta se regenere y se mantenga nutrida. Del mismo modo, otro tipo de productos de aplicación labial evitan la sequedad en los labios, siendo muy adecuados para aquellas personas que tienen tendencia a tener los labios secos y agrietados.
- Fuente de energía. Por su alto contenido en azúcares y minerales la miel aporta una cantidad elevada de energía para el organismo, siendo un producto muy recomendado para personas que mantienen un esfuerzo físico o mental elevado, como los deportistas, estudiantes, trabajos que supongan mucho esfuerzo o estrés, etc.
Como puedes ver, la miel aporta un sinfín de beneficios. Por algo será que durante años y años ha supuesto un remedio natural que se ha ido transmitiendo de generación en generación, así que ya sabes, aprovéchate de sus beneficios.
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